Cómo actuar frente a un gasto imprevisto

Un imprevisto, económicamente hablando, es un gasto inesperado para el cual no hay una previsión de fondos. La rotura del motor del auto, la aparición de una gotera en una tormenta en el techo de casa, la reparación de la caldera del edificio, la rotura de una tubería que me inunda el baño, son todas cosas que en la mayoría de los casos no se puede prevenir y que para solucionarlo necesitamos dinero. Dinero que no tenemos o no lo tenemos asignado para la cobertura de ese problema. Y allí, aparece el problema propiamente dicho: ¿que hacemos frente a un imprevisto?

A aquellos a los que les gusta estar preparados frente a un imprevisto de esta naturaleza, ya sea en el hogar o en una empresa, les acercamos una serie de tips que pueden ayudarlo a sortear estas dificultades sin mayor problema.

En primer lugar, y como el consejo más importante pero no el de más fácil realización, es mantener una reserva financiera, algo con el rótulo de «intocable», que nos servirá para pagar el gasto que nos ocasionará la solución del imprevisto. Esto es algo fundamental, pero el dinero generalmente no nos gusta tenerlo ocioso en ninguna parte, y muchas veces los ahorros los tenemos invertidos y no líquidos. Esta reserva financiera para imprevistos deberá estar lo más líquida posible.

Esta reserva financiera nos ayudará al segundo consejo del dia, que es evitar endeudarse en demasía para solucionar el imprevisto. Si tenemos deudas anteriores, agregar nueva deuda para este problema nos puede acarrear problemas financieros futuros. Por ello, mientras menos deuda tengamos contraída, mejor salud financiera tendremos y más dinero podremos pedir para el gasto del imprevisto sin tener que hipotecar nuestro futuro.

En los casos de imprevistos, el actuar rápido no siempre significa actuar bien. Debemos tomarnos nuestro tiempo (tampoco tendremos tanto, pero el suficiente como para poder pensar) para evaluar el daño ocasionado y las mejores formas de salir adelante lo más rápido posible. Debes actuar de manera precisa frente a situaciones que nunca son iguales a otra. Lo que no puedes hacer nunca es quedarte quieto a esperar.

En los casos de imprevistos en empresas, siempre debemos tener un «Plan B» y hasta un «Plan C» por si falla la operatoria normal de la misma. Tener cursos de acción disponibles para la emergencia ayudará a bajar los costos del imprevisto, previendo modos alternativos de funcionamiento de la empresa.

En cualquier caso, lo importante es estar calmo, actuar rápido y ser flexible para encontrar respuestas al problema. Y contar con los servicios tecnicos especializados para solucionar el problema, teniendo sus contactos siempre a mano.

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