Un estudio realizado por una consultora norteamericana reveló que los ricos de Estados Unidos tenían hábitos similares, lo que les permitía acumular riquezas a lo largo de sus vidas. Esto permitió a los estudiosos revelar cuáles eran los hábitos que correspondían a aquellos que, durante su vida, habían acumulado riquezas, de manera que pudiesen ser replicados por el resto de los mortales.
Estos ricos estudiados no habían sido herederos de una fortuna o un imperio industrial, sino que se habían mantenido a raya con los gastos y pudieron acumular suficiente riqueza en una vida como para ser considerados “millonarios”, es decir, que su patrimonio y activos valían 1 millón de dólares.
Ahorro como hábito principal.
El estudio llevado adelante por esta consultora reveló que el hábito que todos los millonarios norteamericanos comparten proviene del ahorro. Esta tendencia habitual a ahorrar les había permitido generar una riqueza suficiente y siempre creciente, lo cual en última instancia mejoraba su estilo de vida.
Curiosamente, los ricos norteamericanos no poseían el estilo de vida que se ve en las películas: mansiones fastuosas, autos lujosos y derroche de dinero. Todo lo contrario. Las personas con gran riqueza generalmente no tenían grandes ingresos y este es una salvedad que tenemos que realizar si deseamos ahorrar dinero y amasar una pequeña fortuna.
Los hábitos de la riqueza.
A su vez, estos millonarios habían logrado un autocontrol que les permitía ajustarse en los lujos que se daban, generando una riqueza que les permitiese cierta tranquilidad de vida. A tales efectos, buscaban ahorrar dinero siempre a principio de mes y colocarlo en inversiones con rentabilidades a largo plazo.
Si bien EEUU es una economía más estable y el poder adquisitivo es mayor que en Argentina, el hábito de todos los millonarios del mundo es el mismo: ahorro e inversión.
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